Bettina Dávalos

Me gustan las historias de amor, Oírlas, verlas, sentirlas, creerlas realidad. Y como la memoria no me falla Sé que sólo son historias. Mi vecina se enamoró del hombre perfecto Que le compra flores, se acuerda del mesario Y la engaña para su primer aniversario. Igual se casan y se divorcian después. Recuerdo la primera vez que dije “Te amo” A una persona de la que hoy no quiero noticias Y la última vez que callé la misma frase ante otra De cual quisiera pero no sé más nada. En una ocasión dormí entre los brazos De un perfecto desconocido; Descansé con la seguridad del mañana Y una contención que no tuve en años Con otros brazos que decían protegerme. Como juzgarnos si nada hemos hecho Ni haremos jamás por vernos de nuevo. Porque además ya no sabemos mirar Sólo vemos la gente pasar sin prestar atención. Mi primo está infelizmente casado con fulana Que tiene un amante enamorado Quien sueña en darles hijos alguna vez Pero, ella jamás se va a separar de s...

( Fotografía: Julia Tsoona) Camino con el puño cerrado    Listo para defender      La cartera llena de objetos pertenecientes       Al personaje que construí.  Tengo apósitos y cinta adhesiva a mano   Por si se abre alguna herida      Que creía cerrada        Y necesita atención inmediata.  Traigo un andar cansado,    Por fallarle a mi imaginación,      Y apurado,        Por estar en muchos lugares a la vez.  Llevo una canción en la punta de la lengua    Para acompañar mi caminar      Y un recuerdo alegre        Al qué siempre he de abrazar.  Porto un apellido    Porque tengo origen y tradición,      Lazos de sangre        Y mucho de amor. Conllevo una incertidumbre    Pues, no manejo la vi...

No estuve en tus momentos importantes Pero siempre te colabas en los míos. Querías templar mi luz y mantenerme entre sombras Como un amor fantasma. Fotografía: Nastia Vesna

Esperaba el colectivo cuando el viento levantó su falda rosada, por suerte el chico dentro del auto mal estacionado estaba perdido en la pantalla de su celular y se perdió el momento. Cuando subió al coche aún la temperatura rozaba 40º. El perfume de un caballero la sorprendió gratamente, coincidía con su aspecto alineado, distinto al de la mayoría que salían de trabajar precedidos por unas caras largas y conscientes del largo viaje para arribar al hogar. "Una cita" imaginó, él tendría algún tipo de compromiso que alumbraba su rostro cuarentón o cierto motivo de esperanza que los demás dejaron de apreciar a esa hora del día. Agotada con el cabello revuelto miró por la ventana entreabierta pero el aire caliente la hizo lagrimear. Trató de mantenerse erguida pero su espalda se vencía ante el peso de una recargada cartera y la contractura en los hombros. Recordó la tortícolis del fin de semana cuando de repente el caballero se levantó. Le deseó buena suerte con una so...

Soy más linda sin maquillaje  Y sin ropa  Con el cabello enmarañado  Y cara de desmayo  Sin el disfraz del pensamiento  Sin el paso obligado del transeúnte  Inmóvil, inconsciente, etérea En versión horizontal  Como caída del cielo Impactada en la cama Con el sólo sonido de la respiración  Con el sin fin de los sueños Rendida, vulnerable, indefensa Entre olores mezclados Por los acontecimientos de la noche Estando cercana Siendo posible Dicen que soy más linda  Cuando amanezco,  Por las mañanas. Bettina Dávalos Fotografía: Nastia Vesna

Es tarde y Dany me espera. Cuento setenta gotas de hamammelis mezcladas con lo que queda de té blanco en mi taza y los tomo con una pastilla de centella asiática. Agarro el bolso y bajo por las escaleras. La pesada puerta de calle se me viene encima, no me siento con fuerza hoy, y logro salir más con dificultad.  Aún queda algo de sol de otoño para el camino. Cruzo la calle y sigo derecho. Los remedios homeopáticos me han mareado. No estoy bien. Camino en una vereda llena de hojas, mientras percibo el tránsito a mi izquierda que avanza lentamente. El olor a marihuana desde un auto viejo y cubierto de polvo termina de repugnarme.  De frente avanza una pareja de hombres de alrededor treinta años, parecen salir de la clínica de la esquina; el más joven le abre la puerta de la camioneta para que suba quien tiene una venda en el brazo izquierdo y luce desmejorado, justo cuando paso a su lado. La imagen me hace anhelar algo de afecto. Quizá mucho afecto.  En la esq...