Estar y esperar
Amanece pero el
corazón no se quiere levantar,
todavía tiene la
sensación de ayer,
cuando se quedó
esperando la caricia aún ausente,
un nuevo llamado como aquel
que atesora con melancolía,
algún beso que no sea
fugitivo y
un amor que pesa
pues, jamás
se supo correspondido.
Se levanta el cuerpo,
pero el alma yace
abatida en el lecho que alguna vez
fue compartido por
aquel ser que le traía luz.
Insisten en hacer su
visita los pensamientos oscuros
y sensaciones de
infelicidad.
Por suerte el calor del sol logra atravesar puertas y ventanas,
Por suerte el calor del sol logra atravesar puertas y ventanas,
nada puede contra el
astro rey que regala sus caricias y levanta los ánimos
para sortear los obstáculos del día.
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