Bettina Dávalos

Mejor me voy porque si me quedo  ya sabemos lo que pasa, Yo me enamoro y tú te escapas de mí, O tú me quieres y yo temo dejarme querer, O yo me esfuerzo y tú ni lo notas, O tú te entretienes y yo me aburro, O yo quiero salir y tú pensabas quedarte, O tú quieres cantar y yo quiero dormir, O tú te animas y yo también. Mejor me voy, que la duda  me espera en mi casa.  Fotografía : sin datos.

Hay amor, lo sé. Pero hay más miedo que querer. Seudo búsqueda de alternativas. Después de ti ya nada es especial. No te abrí mi corazón, No te di una oportunidad. No quise intentar contigo, No busqué en tu alma eternidad. Ni siquiera guardé una foto, Ni siquiera una postal. A veces las cosas son así, A veces querer bien no basta. Tu piel de durazno, tatuada en mi piel... Tu ironía me viene a buscar. Te voy a extrañar, aún más, Más soy fuerte, lo he de superar. Si no te seguí el juego es porque no se jugar Ya que para mi todo es realidad. Te pierdo, me convenzo... Nunca más encontrarán mis ojos tu mirar. Fotografía: Nastia Vesna

El vaso está casi lleno pero ese "casi" las atormenta. Abren su corazón, lo cierran, Lo amurallan y lo asoman una vez más. Procuran, se dan, se brindan a cambio de nada. Más la nada, la incertidumbre alimenta. Un nunca acabar, un siempre intentar. Ir detrás de algo que parece nunca llegar. No sabemos bien de qué, Ya que es más bien una idea de lo que debería ser. Algo como lo que tiene la vecina pero más lindo, Parecido a lo que vivió una amiga pero más intenso, Similar a lo visto en una película pero real, Fantástico e inquebrantable como enseñó la mamá. Así pasan las horas, día tras día, Toda una vida en estado de alerta. Dios no quiera que se lo pierdan por distraídas. No vaya a ser que justo alguien más aprovechó la oportunidad. Y sin querer alimentan un cuasi dolor, Una seudo angustia, un no sé que tal Que no se ve pero se siente, y pesa Como si las bolsas del supermercado estuvieran apiladas Una encima de la otra sobre el pecho,

Solía estar enamorada, solía disfrutar de esa sensación. Solía soñar despierta y dormida, solía adorar esa ilusión. Por momentos, hecho de menos las cosquillas, la incertidumbre, las ansias. Más luego, disfruto la serenidad, la quietud, mis espacios. La magia no se pierde, a veces sólo se esconde. A veces tengo ganas de estar sola, a veces sólo puedo estar sola. A veces muero en soledad. A veces quiero otra vez más. Supongo que me extraño enamorada, creyéndolo todo, absolutamente todo posible. Disfrutando de un minúsculo chocolate obsequiado como si constara del más exquisito cacao. Oliendo una flor casi marchita a cual pimpollo que acaba de brotar. Sonriéndole ampliamente a la nube más gris. Con la piel de gallina con sólo pensar su nombre. Bailando camino al supermercado, cantando camino al trabajo. Riendo en la fila del banco, caminando hacia mi felicidad. Recuerdo temblar cuando escuchaba su voz. Presumo que es lo que sucede cuando es amor verdadero.