Conversaciones con mamá
En cada visita, las charlas con mamá empiezan con un pendiente y nunca sé dónde terminan. Seguro hay un reto por algo que hago mal y un empujoncito que me anime a ir por más. Las charlas con mamá siempre citan a la abuela materna, su madre, y añoran al gran hombre, su padre que no está. Reiteran planes truncados, historias de pensionado, y amores desencontrados hasta tropezarse con papá. Las charlas con mamá son intensas, no variadas, y hacen que corran las agujas del reloj. Resultan encuentros a veces tiernos y por momentos duros, de transformación. Las charlas con mamá son necesarias, cada sesión va perdiendo dolor y ganando respeto. Su cabello cada vez resiste menos las tinturas y su piel tan blanca, más madura, más sabia. Las charlas con mamá me dejan certezas, se llevan dudas viejas y traen bastantes nuevas. Me encantaría que sean millones y nunca perderla y charlar... haber empezado antes y ...