Antología

No me quieres cerca, más me extrañas lejos.
Quién podrá entender los misterios de tu espíritu?
Hoy estoy aquí, sola ya sin ti.
Me siento perdida, quiero tu calor.
Tímidos latidos… no escucho tu voz.
No quiero saberme ya sin ti.
En la habitación de la soledad
Temo dormirme por el despertar.
Es tan cruel la realidad.
Siento el vacío dentro mío.
Y te vas, te he perdido.
Siento frío sin tu abrigo.
Dibuje un paraíso para dos
Sin saberte acostumbrado
A vivir en un desierto
Con efímeros oasis de felicidad.
La última gota de amor se derramó.
Y de los dos nada más quedará.
Ahora entiendo que es una utopía.
Ahora se lo que nunca podrá ser.
La voz sin eco en el silencio.
Mi esencia divaga ante tu ausencia.
No hay vicio que cubra este vacío.
Labios que saborean el amargo desamor.
Te atesoré en la desnudez de mi alma.
Más ya embriagada de abandono,
Soy testigo involuntario
Del marchitar de este sentir.
Quien congeló tu corazón?
Impenetrable territorio
libre de conquistas.
Mil tácticas y más estrategias.
Quiero entender lo que grita tu latido.
Hay un mundo oculto en nosotros.
Universo hostil lleno de misterios.
Mares de llanto. Noches en vela.
Resolviendo acertijos de este existir.
Hoy me alejo aunque no quiero.
Esperando en vano en ti me perdí.
Debo entender que no eras para mí.
Hoy me quedo conmigo.
Y voy caminando, sigo marchando.
No me arrepiento de lo que viví,
Hoy triste historia en la que develo
El infinito placer que pudimos sentir.


                                           Fotografía: Bettina Dávalos

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad