Encuentro

En la noche en la que te conocí
Importante detalle casi pierdo,
Pasaste junto a mí distraído
Y sin pena me cautivaste.

Dulces eran tus ojos,
Incesante tu mirada,
Como estrellas cintilando
Aguardando mi atención.

Con tu beso hubo hechizo,
Inmediato y duradero,
Y tus brazos por momentos
Fueron cómoda prisión.

El reloj sin prisa o pausa
Fue testigo del momento,
Escuchando bien a gusto
Los latidos del corazón.

Fue el destino oportuno,
Nuestro aliado en la ocasión,
Para que allí te conociera
y naciera nuestro amor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad