La palabra

Que poder increíble el de la palabra que nombra, crea, da vida y sentido.
Que poder tan sublime el de animar, divertir y expresar.
Que poder más deseado para intentar la pasión y alejar el miedo o el abandono.
Que poder que se expande cuando en juventud se alimenta.
Que poder tan divino si permite expresar lo que siente el alma.
Que poder espontáneo al volver realidad lo intangible de los sentimientos.
Que poder infinito que permite enamorar, despertar y soñar de nuevo.
Que poder peligroso cuando mal usado lastima, miente o engaña.
Que poder oportuno que hace realidad a la consistencia del contenido.
Que poder que estimula, descarga y libera cuando fluye entre labios.
Que poder descuidado cuando la ignorancia lo ve con recelo.
Que poder compañero si la música le toma la mano.
Que poder acertado para otorgarnos la identidad.
Que poder sin fronteras traducido en mil lenguas.
Que poder que se añora cuando la voz nace muda.
Que poder necesario para decir que te amo.
Que poder más humilde, al alcance del que se atreva a emplearlo. 



CARMELO CARRA untitled, circa 1972

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad