Cuestiones del amor

Me di cuenta que a veces no hay otra manera de expresarse que diciendo te amo. 

Entendí que el cuerpo en ocasiones se siente limitado ante un alma queriendo estallar. 

Y la emoción por los labios empieza a escapar.

Estuve pensando que para muchos resulta la única forma de indicar que algo inmenso se ha gestado. 


Y que si no se comunica puede volverse contra uno mismo, 

como caricia traviesa que sigilosamente asfixia, muy lentamente, 

a la tímida voz del que enmudece por cobardía.

Recordé que alguna vez, latió un corazón bravío cuando el amado se aproximaba.


Me dejé llevar y no pude evitar desear ser yo misma la feliz protagonista de una gran historia. 

Y al instante, casi me arrepiento, por aquella vez, por aquel sentir... 

como si volver el tiempo atrás fuese una posibilidad. 

Por fortuna caí en la cuenta de que esa experiencia es la que me trajo hasta aquí.

Ahora, con el corazón regenerado, puedo disfrutar la fortuna que dejaron las derrotas. 


Y me preparo, acepto que existen desafíos por venir y tomo posición... 

estoy dispuesta a acometer nuevas conquistas.

Imaginé la dicha de quienes se corresponden. 


Con miradas que se comunican con profundidad, 

con las sonrisas ya atiborradas de pícara timidez y conteniendo pasiones 

que aguardan ansiosas hasta el momento de su oportuna actuación. . .



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