Crítica

Que pícaro el destino.
O tal vez que perverso.
Cuando alcanzo un momento,
Lo arrebata muy cruento.

Es la lucha mi vida,
Batallas que no puedo evitar.
Dudas más que certezas,
Un deseo de libertad.

Sueño mientras duermo,
Antes lo lograba a ojos plenos,
Más cuando me levanto
Se esfuma también mi ilusión.

Tengo lo que merezco
o atraigo lo que detesto.
Será que debo seguir aprendiendo
y aún no me convenzo.




Fotografía: Nastia Vesna

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad