Perjuicios

En la cama y sin testigos 
ya no importa el apellido.
Es la piel la única frontera 

de las almas que se entregan.
Las miradas afirman con seguridad 

lo que el corazón no puede gritar.
Fueron dos, ahora son uno. 

Pero, el que dirán es firme verdugo.
Es la familia certero origen, 

es vuestro amor un dulce convite.
Desoigan malicias y baratas envidias, 

así es la vida de los que se animan.
No miren atrás, ni a los costados, 

a ustedes les basta estar enamorados.
Difícil parece llegar a la meta 

de su preciada propuesta.
Más uno en el otro deben confiar 
y la recompensa no tarda en llegar.
Las manos unidas, la dudas detrás, 

un futuro hermoso la vida dará.




Embrace | Tutt'Art@ 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad