Latidos de un corazón en el tintero

Creí conocerte pero solo me enamoré de tu reflejo. Creí q podías ser mis anhelos hechos realidad y alimenté mis ilusiones aún cuando el beso era ausente.
Quisiera tenerte más debo borrarte, el olvido es frágil pues sé que puedes volver a rondar mis pensamientos.
Recuerdo tus manos, tu voz, tu perfume… cómo deshacer el hechizo de mi corazón.
La ilusión quebrada me abstiene de verte entre sueños. Quien pudiera manejar la realidad… Sin embargo la historia acontece sin que nuestra finitud se interponga, sólo resta la supervivencia, lo que viene dado, resguardar esfuerzos, suspirar sin más…
¿Porqué me siento tan frágil? es que me ha tomado por sorpresa lo previsible de tu oscilación, resulta casi cómico que por momentos pensara que nada pasaría, que permanecerías a mi lado y que la vida juntos podía existir.
No se, supongo que me ganó la esperanza, las ganas, el amor… Yo sé que no soy débil pero, tropecé otra vez con la misma piedra y ahora tengo miedo de volver a caminar.
Me pregunto si me ganará esta desazón, realmente espero que no acontezca, no quisiera dejar de ser yo. Lo sé, no sucederá. Una vez que sanen las heridas y me reconozca en el espejo saldré a disfrutar de los tibios rayos del sol entre la brisa húmeda del parque, con los ojos llenos del verde despertar de la vida y el canto de las aves, cual tierna melodía me empujarán otra vez a la vida.
Algunas personas te inspiran y otras simplemente sacan lo peor de ti. Contigo y sin ti, he comprobado que no se marchitan los sentimientos en mí.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad