Silencio

En un cuarto vacío, un nudo en garganta silencia el amor que me tiene esclava.
Afuera, una tarde de lluvia regresa recuerdos de viejos pero bellos tiempos.
El aroma a lavanda recorre el largo pasillo.
En vano se siente el calor de mis manos.
En mis tareas diarias me sumerjo, en mi día a día te pienso.
Te entrego mis fantasías en cada aliento fresco,
Cuando sorprende una tibia lágrima sin siquiera pequeño esfuerzo.
Me robas el alma en cada experimento.
Una vela que no se consume, una flor que no se marchita.
Unas fotos más que amarillas que ya no hacen falta para repasar tu sonrisa.
Nunca afirmé que adoraba tus manías, nunca sabrás lo que es mi agonía.
Quisiera tenerte como a un objeto, más querer no es poseer si lo que sientes es serio.

Fueron tus brazos el preferido remanso. Tu libertad es hoy mi prisión.



Fotografía: Nastia Vesna



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