Una tibia lágrima

Ansío dejar mi corazón reposar en tus manos,
Entregarte mis sueños para crear realidades,
Descubrir en tus brazos el puerto final de mi naufragio,
Alimentar estas ganas con el regalo de tus labios.
Te observo y emprendo un viaje hasta el cielo,
Tengo caricias para cada lunar de tu cuerpo.

Me entrego al sonido de tu cantar aventurero,
Mi cuerpo entona al compás de tus dedos.
Serás mi verdugo o mi salvador.
He puesto mi destino a tu disposición,
Y tú aún no te interesas

Por fluir en mis páginas desiertas
Que pretenden llenarse con la tinta de nuestras venas
Para latir certeras pasiones sin tregua.
Mi voz decidió callar,
Ante los reiterados tropiezos de mi mirada enamorada
Que no supo triunfar en esta cruzada por conquistarte,
Por ganase tu afecto y tu eternidad.
Solamente quedaron los versos, firmes y resueltos
A gritar en silencio lo que le dicta el sentimiento
Que no sabe de enemigos ni de estrategias,
Que sólo sabe pensar en ti.






Fotografía: Nastia Vesna

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