Amiga virtual

Sobre la sonrisa más amplia del mundo se encuentran los ojos más inquietos que vi.

En una foto blanco y negro a través de facebook la conocí.

Un ser de caramelo con un corazón de masapán, hace pasos pequeños pues no se anima a saltar.

Todo empezó cuando compró un hermoso buzón, y ahora no encuentra las instrucciones. Y parece que no sabe que es lo que le hará funcionar ni que hacer con lo que puso en él.

Es valiente aunque no lo cree, por vagancia o resquemor se queda sentadita y quietesita donde está.

Sueña de día más que de noche, habla otras lenguas y lee al amor.

Mira hacia afuera, duda por dentro y va guardando sus ideas en un cajón.

Tiene las manos en los bolsillos, temiendo que nada recibirán, cada tanto las saca, acaricia a sus ternuritas y las va a guardar; luego, no puede evitar que un poco traviesas se les escapen para navegar, más tarde las vuelve a guardar.

Mientras su reloj camina, se acumula el polvo del paso de los días sobre su almohadón.

Y en la madrugada abraza la añoranza y por las tardes cae el telón.

Extraña ser reina, sentirse explotar, caer enamorada y volver a empezar.

Sucede que en verdad no sabe que hacer pues, parece errar en cada nuevo intento por transmutar.

Así, regalando flores, poemas, canciones, la bonita niña se ahoga en el mar de un mural.




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