Caras sin caretas

Muchos años después de la primera vez, volvieron a encontrarse.
Curiosamente, ellos nunca se habían separado.
Entonces como se entiende que no transitaran juntos?
Y bueno, para muchos no se entiende, pero ellos creen que si.
Ya no confunden apego con amor, ni soledad con necesitarse, no hay elegir compulsivo ni vacío…
A conciencia y corazón entrelazan sus dedos hoy.
La piel es distinta, los tiempos también, las ganas intactas y el amor no es más recóndito.
Ya no pesan los mandatos ni los estándares, ni la familia o los amigos.
Lo que mueve es ahora puro y sincero.
A veces las almas gemelas tienen un velo en los ojos que sólo el caminar permite retirar.
Con suerte, cuando lo develan, aún permanecen juntos.
En los inicios uno suele pecar de auspicioso, de crédulo.
Cuando la vida trae desafíos las ilusiones se empiezan a deteriorar.
Nunca faltan los miedos, las dudas, las inseguridades y las distracciones.
Y los errores.
Resulta fácil caer en la distancia, en la lejanía del día a día.
Finalmente, ante la mirada desnuda, no puede echársele la culpa a nada ni nadie pues, aquí estamos, decidiendo minuto a minuto el cómo.



Fotografía: Tim Walker

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad