Lo que no te dijeron mis dedos

Fotografía: Nastia Vesna



Recuerdo aquella cena cuando me quedé contemplándote mientras hablabas,

Como la escena de una película, una mirada de reojo, me sonreíste en cámara lenta

Y, como una copa de buen Malbec, me llegó hasta el corazón.

Al instante entendí que eras para mí. Y sentí que era para ti.



No fue tu beso ni tu tierna mirada, o quizá la luz de tu piel o la suavidad de tu pelo, no.

Fue un pequeño momento, un delicado movimiento, un acertado giro que dieron tus dedos

Cuando seguros, certeros y oportunos tomaron mi mano defensiva

Derribando la guardia y alcanzando la conquista. Robando mi atención.



Aún hoy, pasado el período de prueba retienes mi interés.

Y mis intenciones están a tu merced, magnetismo impredecible.

Algo que no puedo contener. Algo que quiero ver crecer.

A veces, una dulce caricia puede cambiarlo todo.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad