Coyuntura


Voy a ser clara contigo y aun así es posible que no logres entender.
Trataré de que mi discurso no suene a excusas, las detesto.
Después de esto, puede que devenga un abismo o nazca una amistad.
Habiéndome expuesto, el resto es tu elección.

No hace mucho entendí la implicancia de tener expectativas
Y la dificultad de que cada ser que camina lo hace a su manera.
Todo es más simple de lo que tú imaginas.
Ignoraré por un momento tu cara de sorpresa y continuaré.

He pasado cada una de las décadas de mi vida buscando el amor.
A mí alrededor se podía oler cariño y afecto pero nada más.
De pequeña alguien me regaló una caja musical usada
Pero que, el descuidado propietario no tardó en reclamar.

Entendí tres cosas allí.
Hay gente que quiere suyo lo que ciertamente no siente más.
Algunos demuestran el afecto con cosas materiales.
Para esa persona yo no valía un regalo a estrenar.

Haciendo caso omiso a la temprana experiencia
Y como si nada, volví a buscar de lo que tanto había oído hablar.
Boyando, errando, cayendo en los peores brazos.
Nunca encontré en otro un gran amor por mí.

Recuerdo a mi primer amor, platónico por supuesto,
Quien sigue sin saber de mí existir.
Demoré un año en entender que mi primer novio no era el último;
Me llevó cinco años hacer algo al respecto.

No hace falta gran detalle de los fallidos intentos.
Resultado, el panorama es -en exceso- limitado.
Hoy que lo entiendo no poseo interés alguno en probar.
Cobardía o sabiduría, sólo el tiempo será testigo.

A veces me duele, y el analgésico no da resultado.
Inevitablemente, como si algo presionara, duele.
Y aunque piense que eso que siento no debe ser,
Con la cabeza no tiene nada que ver.

La cuestión de los sentimientos fue condicionada,
Manoseada, tipificada, exigida y hasta amurallada.
Más nunca fomentada, desarrollada, estimulada,
Conectada con la divinidad ni con la intuición.

Mi ego, fortalecido como un emperador de la limitación,
Nunca te abrirá mi corazón,
Nada tienen que ver tus cualidades aquí.
Ni siquiera menciones la palabra oportunidad.

Voy a dejarte ahora, sabes donde encontrarme,
También sabes como intento perderme.
He dicho bastante, te he abrumado,
Te deseo buena vida, hasta pronto, tal vez.




Laurent Chehere’s Flying Houses. "The series is said to be a metaphor for travel. While some journey into another land in the lap of luxury, others have to deal with the confines of flying coach. Sometimes being in such close quarters with a crying baby and a person with uncontrollable fits of coughing can feel like you’re trapped in a burning building.-deJoost"

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad