Estigma


Ya no espero a nadie ni nada
Más allá de yo misma.
Crecí pensando en conocer un caballero,
Ni siquiera un príncipe,
Tan solo un timonel de mi barco
Con quien salir del naufragio familiar.

Imaginé una casa, un perro, un auto,
Domingos con olor a parrillada,
Los feriados caminando en la montaña,
Vacaciones en la playa;
Miradas que se encuentran
Y sonrisas que responden.

Más el frío se va metiendo por los huesos.
La vista se nubla disminuyendo un poco más.
Los músculos se endurecen.
Los brazos y piernas se entrecruzan.
Nada sucedió ni sucede
Y, casi con certeza, no sucederá.

Cuando quise tener hijos
No había nadie conmigo.
Cuando dejé de amar,
Y me creció el olvido, me valoraron.
Fue en un adiós sin retorno
Que me empezaron a extrañar.
Cuando me vestí para otro
Me encontraron muy hermosa.

Luego que borré algunos teléfonos,
Me empezaron a llamar.
Cuando dejó de interesarme
Al otro le empezó a importar.
Siempre di todo por nada.
Ahora es como si hubiese guardado la bondad.

Casi no regalo caricias,
Mucho menos las vendo.
Banquetes para uno suelo preparar.
Bailar sola me parece supremo.
Trataré de tener mi lecho bajo techo
Aunque solo a un monoambiente pueda llegar.

Me dijeron lo que debía ser.
Como debía actuar.
A donde debía llegar.
Más nadie me mostró el camino
Ni me dio herramientas
Ni siquiera me regalaron un poco de fe.

Soy mucho más de lo que esperaban.
Y no estoy ni cerca de lo que quiero alcanzar.
El ascensor al alma está fuera de servicio.
Los oídos aturdidos en modo stand by.
Mi almohada fiel se deja abrazar.
Tan solo quisiera una noche volver a soñar.

El deseo se difumina.
Las necesidades van cambiando.
Aquello que antes mucho quería
Hoy ya no lo siento más.
La que fui, yo no era.
¿Quien soy hoy? quien yo quiera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad