La brevedad de lo eterno


Aunque estabas invitado a amar todo lo que soy,
Tan sólo desapareciste y no me llevaste contigo.
A mi pesar te extraño como si respirar dependiese de ti.

Ahora estas lejos… algo de mi se fue contigo.

Si tan sólo tu conocimiento bastara para cambiar tu corazón
Y así tener una real oportunidad.
No hay olvido, tan sólo distancia.

Pues infinito es el amor aunque no estés frente de él.

Las últimas flores que compraste marchitas yacen.
No las regué más después que te oí decir
Lo que cualquiera dice sin pensar en el después.

Mis dedos extrañan jugar con tus dedos.

Un instante contigo y llegue a soñar
Con un vida sin teorías, sin suposiciones
Ni todos los ladrillos que seleccionamos cargar.

Me pregunto porque mirábamos hacia afuera si teníamos un mar.

Muero al despertar, con tan solo mirar a mi lado y ver que no estas.
Hoy te extraño tanto que parece un delirio,
Si apenas nos conocimos y hoy ya no estas.

Quisiera encontrarte en mi andar y hallar alivio ante tu ausencia.

La vida nos va llevando. Tal vez no podamos guiarla.
Pero, cuando un nuevo día se asoma, está en nosotros procurar arriesgar.
La compañía no siempre es presencia por encima de su forma física o mortal.

El espíritu se comunica con un lenguaje y símbolos que valdría la pena descifrar 

Tuvimos la oportunidad de hacernos más sublimes,
Más sabios, y hasta más perceptibles en el andar.
Lo que pudo ser un lujo terminó en pecado.

Tu boca en mi boca, mi mano en tu mano.

Que maravillosa plenitud se alcanza
Cuando la humilde sinceridad expresa el puro sentimiento.
Y yo a ti bien te quise...

Tuvimos un breve momento que pareció eternidad.

Fotografía de Nastya Vesna

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad