9 lunas


Semana 1: Sale corriendo a su trabajo, hoy es un día muy complicado. Por suerte mientras espera el mini bus, el sol le hace cosquillas en el hombro.
Semana 2: Llega a casa cansada pero él la ve más linda que nunca, la abraza y se van a dormir temprano.
Semana 3: La fecha en el calendario obliga a pasar por la farmacia; nervios, dudas y finalmente, certeza.
Semana 4: El médico pidió un listado de análisis y otro tanto de vitaminas. Habrá que moderar las copas de vino en las próximas salidas.
Semana 7: Comer ya no tiene gracia, todo lo rechaza. Una buena excusa, para descansar el fin de semana en la casa.
Semana 10: La gente la ve distinta, su tía abuela soñó que vendría un nuevo integrante a la familia.
Semana 13: Ya no aguantan el secreto, almuerzo en familia para comunicar la noticia.
Semana 16: Obligada tarde de Shopping, frente a las vidrieras de ropa diminuta se para emocionada. El corazón se acelera.
Semana 19: Su peluquero no para de alabar su brillante cabello y su piel radiante. Se siente esplendida, mientras abraza su panza.
Semana 21: Su pareja no deja de acariciarla y el heredero parece que está practicando algún tipo de danza.
Semana 24: Siguen las peleas por el nombre del bebé.
Semana 28: La nueva habitación al fin está decorada. Pero la cuna quedó al lado de su cama. La mira toda la noche, imposible dormir de cualquier manera.
Semana 32: Él la sobreprotege, la mima, se preocupa y a la vez presume, les dijo a todos que en la ecografía está igualito a su papá.
Semana 36: Ya no tiene ropa mucho menos ganas de salir a pasear. Se queda leyendo en su casa. El bolso con todo en la silla preparado está.
Semana 40: No pasa nada. Alguien está demasiado cómodo para salir a conocerlos.
Semana 42: Lunes 6 de la mañana, el reloj dice que las contracciones son regulares. Excitación en aumento. Todos a la clínica.
Día 1: Lunes 2 de la tarde. Se conocieron hace 2 horas, se dieron un dulce abrazo que calmó su llanto. Es muy pequeño, parece tan frágil. Su papá no deja de llorar emocionado, ella sonríe. Se toman la mano para admirarlo. Se miran tiernamente, respiran profundamente, hay un silencio de paz que los completa, estuvieron soñando con este día tanto tiempo. Él se levanta, se acerca para besarla despacio. Sonríe y le dice con entrañable cariño: felicidades mamá, este es nuestro hijo.

                                            Pintura de Leandro Lamas

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad