Resolana

Conocí un chico con dulce sonrisa,
De esos con cara de "vale la pena".
Me invitó a pasear por su barrio a la tardecita,
Me contó de sus proyectos en un tintero.
También me habló de sus sueños rotos
Y lejanos paisajes que ha conocido.
Preguntó quien yo era, lo que quería
Y si me agradaba su compañía.
No se si el perfume de los azahares
O tal vez el de sus rizados cabellos
O su discurso de hombre sincero
O su caminar erguido a través del viento,
Me convenció –sin saberlo- de aprender a quererlo
Y ahora cada mañana, espero otro encuentro.
Cuando cierro los ojos su imagen llega
Reflejando luz y calor como si aquí estuviera.
Aún no hemos desnudado el corazón
Pero hemos inquietado la respiración.
Más, no por ello, fue menos caballero.
Hay algo en su mirada que me tranquiliza.
Me conciente y me contempla,
Desde aquel día me invade la alegría.
Pues él cuida al detalle cada nueva cita,
Por lo cual tengo listos varios vestidos,
Aunque quisiera evitarlo, estaré aguardando.
Prometió que estaré a salvo entre sus brazos...
Y decidí creerle como al sol en cada ocaso.

Fotografía: Nastya. http://nastiavesna.blogspot.com.ar/ 02/11/2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

Disimuladamente

La historia del Bar

Chica de ciudad