Perros y gatas


Las mujeres solas sienten
Que ya no hay hombres.
Que debajo de otras ropas,
Diferente color de cabello,
Con perfume de otro origen,
Caen bajo los encantos
Del mismo tipo de fracasado.

Los hombres solteros sienten
Que no quedan buenas mujeres,
Todos los labios carmesí son insinceros
Y seguramente han planeado el momento
Donde los lastimarán
Cuando bajo la luna se animen
A entregarse de verdad.

Y en el repetir,
Volver a tropezar,
Se generan situaciones a imitar.
Otro punto a favor del errar
Para reafirmar lo que suele decirse
Pero que se quisiera –mágicamente- cambiar.
Fatalismo habitual ante compañía circunstancial.

De algo que debía pasar,
Para aprender y madurar
Así la mente se podía ampliar,
No se pudo.
Más el dolor no deja triunfar,
Por la sola duda y casualidad
De que el patrón pudiesen renovar.

Día tras día, con miedo cargado en los pies,
Para asegurarse, caen en la rutina
De al corazón manipular
Eligiendo a aquellas gentes
Que los puedan defraudar
Total, al fin y al cabo,
Como uno mismo, ya no hay.


ASHLEY JOSEPH EDWARDS

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