Hubo una vez

La última vez que me enamoré fue de un hombre que estimulaba todos mis sentidos. Le gustaba descubrir sabores nuevos, de a poco probar. Siempre olía bien, usaba un perfume suave que permanecía sutilmente en todas mis cosas. Su voz era la melodía más estimulante jamás escuchada y su piel lo fue lo más perfecto que alguna vez toqué. Me perdí en su recia mirada tierna de ojos verdes con un toque gris. Y nunca más los míos abrí.


Bettina Dávalos


Dibujo: Troche

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