Dulce hogar

Caminar por tu casa 
y observar el desorden a tu al rededor, 
cambiar las sábanas 
porque tiene patitas de cachorro 
quien ahora descansa
luego de correr por el departamento; 
ver a mi hija medio bollito aún durmiendo, 
tener una pila de cosas que lavar 
en la cocina y ropa que guardar, 
la cortina salida por la ventana 
pues el viento juega con ella, 
percibir la luz y el día de sol, 
desayunar tiramisu casero 
(no, no tiene mascarpone el mío), 
ponerse a acomodar y simplemente 
sentirme inmensamente feliz 
de mi hogar, dulce hogar.

Bettina Dávalos



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