Ojos que no ven
Hace poco me contaron la historia de una mujer que salió de una fiesta escoltada por un hombre que había llegado al evento invitado por otra mujer. Durante la noche, el hombre había estado muy atento intentando conquistar a la mujer que no conocía y demostrando claro desinterés por quien lo había llevado a tal ocasión. El hombre ponía incómodas a ambas mujeres mas, había manifestado ser solamente amigo de aquella y no ostentar otro compromiso por lo que claramente podía actuar con total tranquilidad de ser cierto, cosa que quien no lo conocía no tendría como saber. Pasaron los días, la mujer se reúne con una amiga presente en aquella fiesta quien le comenta lo mal anímicamente que había quedado la persona que llevó al caballero a la fiesta dado su desdén público y mutua osadía, llegando incluso al llanto. En otra reunión, la madre de otra amiga -ambas no habiendo participado del evento- muy sorprendida comenta una versión similar. Era de esperars...