Amor de colegiala
Tenía tan sólo 13 años cuando lo vi por primera vez. Fue en un acto en el teatro Alberdi. Él se encontraba dos palcos a la derecha del mío, había concurrido a ver a su hermana, me enteré luego, mientras que yo había ido a ver a mi hermano el día de su graduación. Recuerdo aquellos días en el que le vía caminando por la vereda de enfrente en dirección opuesta por la calle más importante de mi ciudad. Solía salir de clases, pues llevaba sus libros y cuadernos rozando su camisa blanca algo desarreglada con ausente corbata que para esas horas estaba colgando del bolsillo del pantalón gris y esa carita de chico tímido y algo perturbado ya ansioso por llegar a su casa a almorzar. Su piel era blanca y sus pómulos rosados, sus cabellos lacios y negros, su estatura mediana, no creo que mucho más alto que yo. La mirada me resultaba misteriosa, todo en él me resultaba un misterio. Incluso su nombre, su edad, su voz. También recuerdo medio cigarrillo entre sus dedos, siempre o casi siempre uno de...